para mejorar su calidad de vida y su situación social. Esta
es la antesala a una fase de
ciudadano, en
el que las personas se valen de las TIC para un uso que va
más allá de lo personal. Un nivel de madurez que permite el
uso de herramientas colaborativas y de aquellos canales que
permiten la participación del individuo (ya sea individual, o a
través de alguna asociación o colectivo) en su entorno más
cercano, así como en la
.
El posicionamiento de las personas en una u otra fase u es-
tadio de empoderamiento digital, nos hace que hablemos de
la existencia de diferentes
,
hilo argumental
que vertebrará no solo la estructura de este documento, sino
también su análisis.
Así, las brechas digitales que hemos asumido en nuestro in-
forme son:
Brecha digital de acceso.
Brecha digital de uso.
Brecha digital de apropiación.
Brecha digital de participación.
Esta división de la realidad en estadios de empoderamien-
to digital y brechas digitales, nos plantea la necesidad de
investigar sobre quiénes son las personas o los
que se encuentran en unas y otras brechas digitales, así
como los factores que están detrás de esas brechas, y las
necesarias medidas correctoras que permitan impulsar
desde las políticas públicas la mitigación de dichas
.
3.4. 
Brecha digital de acceso
Se trata, sin duda, de una de las brechas digitales de las que
más información se ha recogido en los diferentes estudios
publicados. Tal vez el hecho de que hayamos podido ir ob-
servando como el porcentaje de hogares que disponen de
TIC
ha ido evolucionando sorprendentemente en los últimos
años, produce erróneamente la conclusión de que se trata
de una brecha digital superada.
Elaboración propia a partir de datos del Eustat.
Los datos obtenidos para el presente informe demuestran,
en cambio, que aún existen indicios que nos obligan a poner
la atención en esta brecha. Así, el 34,2% de las familias vas-
cas aún no disponen de conexión a Internet. Abandonando
los términos genéricos de “población” o “familia”, tenemos
la obligación de responder a la siguiente pregunta: ¿quiénes
son los
que padecen esta brecha digital de acce-
so en mayor medida?
Las cifras nos hablan de que existen diversos factores de-
mográficos y socioeconómicos que siguen estando presen-
tes en las brechas digitales. Así,
la edad, el sexo, el tipo de
familia, el nivel de estudios, la situación laboral o el nivel
de ingresos, son algunos de los que podríamos clasificar
como más determinantes
.
Los datos hablan por sí mismos. El 73,4% de los hogares
vascos en los que vive una persona de edad comprendida
entre los 65 y los 74 años no dispone de conexión a Internet.
Aunque de forma más suavizada, el sexo continúa figurando
como factor generador de diferencias en cuanto a acceso a
las TIC. Diferencia que se incrementa a medida que escala-
mos en los grupos de edad.
Por otra parte, un bajo nivel de estudios, así como encon-
trarse en situación de desempleo y tener bajos ingresos
mensuales son factores determinantes a la hora de provocar
un menor acceso a las TIC. Así, mientras que el 88,6% de
las familias de Euskadi en las que los ingresos mensuales
netos oscilan entre 1.800 y 2.700 € disponen de conexión a
Internet, este porcentaje se ve reducido hasta el 33,7% en
el caso de aquellas en los que los ingresos no superan los
(
Ilustración 3)
Evolutivo de equipamiento TIC de las familias
(
con al menos 1 persona entre 16 y 74 años)
0
20
40
60
80
100
2006 2007 2008 2009 2010 2011
90,9
59,4
45,6
94
63,7
50,7
94,8
66,1
55,9
95,5
68,9
59,6
96,1
70,2
62,9
96,2
Móvil
Internet
Ordenador
72
65,8
(
Ilustración 2)
Evolución en el nivel de empoderamiento
digital
E-
inclusión
y
participación
ciudadana
en
las
esferas
social
y
pública
a
través
de
las
TIC
en
E
uskadi
26
(
I). PRESENTACIÓN DEL INFORME
I
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