Es importante destacar, que existen tantas subculturas di-
gitales como comunidades es posible generar en la web.
Hablamos de un ámbito de “neorrelaciones” (Reig, 2011),
de relaciones ampliadas, múltiples y nuevas en el que cada
comunidad posible aporta sus matices a la cibercultura.
Referencias:
Abbate, J. (2000): Inventing the Internet. MIT Press.
Sassen, S. (2007): Una sociología de la globalización.
Katz Editores.
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DEMOCRACIA DIRECTA
La arquitectura especialmente diseñada para la participa-
ción en Internet posibilita como nunca antes la democra-
cia directa. Educar, formar, salvar las brechas de acceso
y de participación es esencial en ese contexto, porque la
democracia directa no tiene sentido si el usuario no pue-
de o no sabe cómo participar.
Como en muchos otros ámbitos, estamos hablando de
avanzar desde una política mediada por instituciones (los
partidos políticos) a un escenario en el que la ciudadanía,
empoderada (a nivel personal) y con los mecanismos tec-
nológicos disponibles, pueda decidir en cada aspecto de
importancia. Podemos imaginarlo de tres modos:
•
De forma
organizada
,
diseñando la participación, con el
político como dinamizador de la voluntad popular (caso
Islandia).
•
En forma
semidirigida
,
con el político todavía como re-
presentante pero aumentando las ocasiones de la par-
ticipación ciudadana (referéndums constantes).
•
En forma de
monitorización continua
de lo que la gente
manifiesta en las redes. Este caso, aunque lejano, con-
vierte al político en gestor de la voluntad popular.
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DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
La participación que se desarrolla por diversos medios
en muchas democracias modernas, está comenzando a
consolidarse dentro del ámbito de la democracia repre-
sentativa como una nueva manera de hacer las cosas. La
participación no ha de limitarse, sin embargo, a que las
autoridades locales y otros organismos públicos informen
a la población de sus actividades y decisiones o inviten a
la ciudadanía a presenciar sus debates, sino que implica
escuchar a la población en la formulación de sus propios
problemas y en la búsqueda de oportunidades y mejoras.
Además, es indispensable proporcionarles los medios
para encauzar una acción política, social o económica y
participar en las decisiones públicas con propósitos de
cambio. Algunas formas de participación serían:
•
Participación en la toma de decisiones:
mediante
procesos de selección de quiénes integrarán los ór-
ganos de gobierno –a través de sufragio universal– o
mediante espacios institucionalmente abiertos para
consultas sobre los contenidos de las políticas y pro-
gramas de gobierno.
•
Participación en la ejecución de decisiones:
median-
te la desconcentración y descentralización de la gestión
política, que permitan una participación más activa de la
ciudadanía y refuercen las capacidades de organización
de la sociedad civil (ver
).
•
Participación en el control de la ejecución:
mediante
modalidades y mecanismos que permitan verificar el
desarrollo del proceso, para apoyarlo, corregirlo, me-
jorarlo o rechazarlo.
•
Participación en los aportes:
mediante la evaluación
de la totalidad del esfuerzo social –en moneda, trabajo
y/o ideas– para abrir perspectivas de solidaridad, tanto
en función de las capacidades de los actores como de
sus necesidades.
•
Participación en los beneficios:
mediante la utiliza-
ción de los beneficios del esfuerzo social por el Estado,
como eficiente regulador del ámbito económico y la
justicia social. Le permite al pueblo aportar su perspec-
tiva para el desarrollo integral de su comunidad, ya que
es en el pueblo donde reside la soberanía y todos los
representantes deben abocarse a la satisfacción de las
necesidades del mismo pueblo que los eligió.
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DEPENDENCIA
Según la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción
de la autonomía personal y atención a las personas en
situación de dependencia es la situación permanente, en
la que se encuentran las personas que precisan ayudas
importantes de otra u otras personas para realizar activi-
dades básicas de la vida diaria.
Para que se reconozca legalmente que una persona está
en situación de dependencia es necesario seguir un pro-
ceso determinado en la normativa vigente, que comienza
con la presentación de la solicitud de reconocimiento de
la situación de dependencia.
Más recientemente, el
en el Libro
Blanco de la Dependencia define dependencia como “la
necesidad de ayuda o asistencia importante para las ac-
tividades de la vida cotidiana”, o, más concretamente,
como “un estado en el que se encuentran las personas
que, por razones ligadas a la falta o la pérdida de auto-
nomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de
asistencia o ayudas importantes a fin de realizar los actos
corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los refe-
rentes al cuidado personal”.
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DISONANCIA COGNITIVA ENTRE PARTICIPACIÓN
ONLINE
Y
OFFLINE
Las TIC han generado posibilidades reales de participa-
ción: “No somos los mismos desde que estamos en las
redes sociales”, decía Castells con motivo de la revolución
egipcia. Las redes sociales, abundantes en posibilidades,
han acostumbrado a las personas jóvenes a participar,
han causado un empoderamiento que causa disonancia
cognitiva cuando se traslada a la calle, a los modos de
participación, rígidos y poco frecuentes, de la democracia
representativa. Si bien no todos/as hemos sido educados
en la cultura de la participación, es responsabilidad tam-
bién del estado “empoderarnos”, convertirnos, mediante
alfabetización digital y educación de la participación, en
una ciudadanía de pleno derecho en la sociedad-red.
Referencia:
El Caparazón:
207
E-
inclusión
y
participación
ciudadana
en
las
esferas
social
y
pública
a
través
de
las
TIC
en
E
uskadi
V
1 5 .
g l o s a r i o d e l a e - i n c l u s i ó n y l a e - pa r t i c i pa c i ó n
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