Declaración Institucional del Ararteko en el Día Internacional para la Tolerancia

16 de noviembre de 2016

El Ararteko hace un llamamiento a las administraciones públicas y a la opinión pública sobre el peligro de la intolerancia, que, en su extremo, ha llevado a la persecución de colectivos, y está en el origen de la discriminación de grupos socialmente desfavorecidos.

En el Día Internacional para la Tolerancia, el Ararteko se suma a la recomendación de las Naciones Unidas de difundir los criterios recogidos en la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, adoptada por los países miembros de la UNESCO en1995. Han pasado más de 20 años pero siguen plenamente vigentes y pendientes de aplicación.

Se define tolerancia como respeto, aceptación y aprecio a la riqueza infinita de las culturas de nuestro mundo, a nuestras formas de expresión y medios de ser humanos, virtud que hace posible la paz y que no es sólo un deber moral, sino una obligación política.

Hacer efectiva la tolerancia es una responsabilidad pública que sustenta los derechos humanos, el pluralismo, la democracia y el Estado de Derecho. Sin tolerancia no hay justicia ni imparcialidad, ni puede haber paz, y sin paz no hay democracia ni desarrollo social, político y económico.

La intolerancia y el rechazo a la diversidad pueden revestir múltiples formas de marginación y exclusión de grupos y familias vulnerables, así como la violencia y la discriminación contra ellos.

La convivencia en una sociedad democrática también exige el respeto a las normas establecidas y el cumplimiento de las obligaciones cívicas. Las instituciones públicas son las que deben canalizar la respuesta a las conductas disruptivas, contrarias al orden público, con las medidas e instrumentos previstos en una sociedad democrática de derecho.

En este día el Ararteko hace un llamamiento a las administraciones públicas y a la opinión pública sobre el peligro de la intolerancia, que, en su extremo, ha llevado a la persecución de colectivos, y está en el origen de la discriminación de grupos socialmente desfavorecidos.

Vitoria-Gasteiz, 16 de noviembre de 2016