Página 76 - APLICACIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS USUARIAS Y CONSUMIDORAS EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DEL PAÍS VASCO

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una desinformación y desorganización total, que le motivó, pasados dos días, a comprar un nuevo billete, que era a
Argentina, con lo cual el precio del mismo no era despreciable. Aritz
nunca recibió ninguna respuesta ni de la
compañía ni de los entes públicos implicados en el conflicto
, pero tampoco continuó el proceso y presentó
una reclamación para que le indemnizaran, al menos, el nuevo billete que tuvo que comprar. Nos explica que:
“La verdad que no tenía ni puta idea de lo que tenía que hacer. Las primeras horas, ni estás,
y luego te cabreas, yo qué pinto en la embajada argentina... Fui a AENA, pero tampoco te
decían qué tenías que hacer. Además el gasto de las gestiones de desplazamiento y gastos
en Madrid. Y luego volver al País Vasco. No guardé tiques ni nada, del cabreo que tenía,
aparte que no sabía qué hacer en esos momentos.
Se supone que cuando contratas algo,
además con esa cantidad de dinero, alguien te tiene que solucionar los problemas,
¿no?
En AENA solo me dijeron que esperara, no me informaron de qué tenía que hacer,
ni de que guardara los papeles... Tampoco hice seguimiento, porque si no me voy a volver
a cabrear. Tengo asumido que no voy a volver a recuperar ese dinero”.
El desconcierto, la indignación, y la desilusión que Aritz siente al darse cuenta de que no encuentra
vías efectivas de acompañamiento, de guía para reclamar, motivan que abandone el proceso. Tal y como
cuenta en la entrevista, el dinero no le sobra, pero no puede permitirse “estar perdiendo tanto tiempo y
energías para que no me hagan caso”.
La sensación de abandono es una constante en el proceso
,
incluso entre las personas que continúan con él hasta el final.
Por su parte, Gorka, que como hemos visto sufrió un cobro más elevado del que le ofrecieron en un
principio, apunta algunas cosas similares a Aritz en la decisión de darse por “satisfecho” cuando desde
la compañía telefónica le devuelven una parte de lo que le habían cobrado de más, y consigue darse de
baja (8 meses más tarde desde la primera vez que la solicitó).
“No consulté en OMIC ni hice otra consulta.
Me ha dado mucha rabia todo el tiempo que
te pide dedicarle al asunto
, o sea que durante mogollón de tiempo lo tienes ahí lo intentas
solucionar, no lo haces, es algo que en el tiempo lo tienes ahí. Me molesta más eso que el dinero,
Me he cabreado bastante, y quiero pasar página,
no quiero seguir gastando energías en
esto
. Tampoco consulté sobre todo por pereza, por ganas de no seguir con eso, la mayor razón
es esa. Y en bastante menor medida, pero también, porque no sé, nunca he entrado en la web de
atención al consumidor, no... Quería pasar, dar portazo. (…)
Igual otra de las razones es la
asimetría entre yo y [la compañía telefónica]
. Imaginaba que podía entrar en un proceso
de un posible juicio, y que..., no es, no voy a coger a un amigo abogado para que se meta en un
caso contra unmacrobufete de abogados que trabaja para telefónica. Igual es una película que te
montas en la cabeza. Aun sintiendo que tienes la razón, y que tus derechos han sido vulnerados,
pero sin tener la certeza de que sí o no han sido vulnerados, o hasta dónde”.
A lo que apuntaba Aritz, Gorka además añade la necesidad de terminar con ese problema que tienes
durante meses presente, es otra tarea más, otra gestión más, que no se soluciona fácilmente, sino que
se añade a la agenda cotidiana
. Y por otro lado, la sensación de indefensión ante un gran ente como
suelen ser las compañías telefónicas, en la misma línea de desamparo que pueden sentir las personas
individuales en un proceso de este tipo. Desamparo que se debe, además, a un desconocimiento de las
vías de reclamación, puesto que no conoce la posibilidad de asociarse para acudir a juicio con esa repre-
sentación, o el recurso al sistema arbitral, al que la mayoría de compañías telefónicas están adheridas.
Por último, el caso de Javi con el sector tecnológico es algo diferente. En la tienda a la que llevó su orde-
nador había publicitada una oferta por revisarlo, pero posteriormente le pasaron una factura por el triple
de lo ofertado, aludiendo que habían tenido que hacerle más cosas. Javi pidió la hoja de reclamaciones,